lunes, 4 de mayo de 2015

Neoliberal del Estado mexicano, la nueva política económica.

Durante el gobierno de miguel de la Madrid en el año de 1983, durante los cambios estructurales en medio del estancamiento económico., redujo el tamaño y la complejidad del sector público y abrió la economía a la competencia del exterior, la reducción de entidades públicas fue casi simbólica. Elimino aquellas que ponían menos problemas en el cual marco el movimiento del cambio.
De la Madrid redujo en su sexenio a 412 entidades públicas en la cual entonces eran 1 155, la más importante fue Fundidora Monterrey, empresa paraestatal que estaba en bancarrota y con enormes problemas financieros y tecnológicos.
El inicio de del gobierno de Carlos salinas de Gortari, a finales de l988 coincidió con cambios profundos en el sistema económico y político mundial, el reformismo salinista se enmarco en este proceso internacional, sus reformas se orientaron a eliminar las barreras para hacer mas competitiva la economía del país. La firma del tratado de libre comercio de América del norte transformo para siempre la fisonomía de la economía mexicana, los países son más eficientes si se especializan en producir aquello en lo que son mejores y después intercambian parte de su producción por aquello cuya producción les resulta muy costosa.
La reprivatización de entidades y empresas estatales fue otra reforma fundamental, el gobierno de Carlos salinas decreto la privatización de las aerolíneas más grandes del país, de teléfonos (Telmex), de la minería cananea, de tres acereras y de algunas plantas de la conasupo, entre otras más.




En el caso de México, el neoliberalismo inicia con la ruptura del modelo prevaleciente por más de tres décadas: el modelo de crecimiento económico, sustitución de importaciones,desarrollo hacia adentro y economía mixta.
Desde la década de los cuarenta, la estrategia de desarrollo en México, se sustentó en la protección del mercado interno, a través de barreras arancelarias y no arancelarias que mantuvieron al aparato productivo virtualmente aislado de la competencia internacional. El Estado, desempeñó un importante papel, al asumir un alto grado de intervencionismo y regulación de la actividad económica.
Prud´homme (1995), menciona que desde los setenta se puso en evidencia la fragilidad del modelo de sustitución de importaciones como proceso central del crecimiento económico, y con ello desaparecieron las bases de estabilidad; manifestadas en aspectos como: 1) el déficit público pasó a cumplir el papel de motor del crecimiento, y éste a su vez, condujo a un fuerte deterioro de la balanza de pagos;  2) al mismo tiempo, que el déficit externo como proporción del PIB aumentaba, sus fuentes tradicionales de financiamiento (la agricultura y los servicios) tendían a agotarse, lo cual obligó a recurrir en forma creciente al adeudamiento externo; 3) el crecimiento se vio interrumpido, por políticas contraccionistas, la inflación y la incertidumbre que estas propiciaban, abrieron la puerta a la especulación y la fuga de divisas; 4) el esfuerzo del estado por recuperar el crecimiento conducían a agravar los desequilibrios macroeconómicos, en su intento por mantener el modelo en funcionamiento realizó la exportación masiva de petróleo, más cuando se detuvieron, la situación se volvió insostenible y el país entro de lleno en un período de crisis y ajuste estructural.

domingo, 3 de mayo de 2015


Desarrollo Compartido


De 1968-1972 la economía nacional empieza a mostrar signos de debilitamiento en sus tasas de crecimiento, es propuesto el modelo de “Desarrollo Compartido”, quemantuvo sin modificaciones relevantes la política comercial, salarial, agropecuaria y de fomento a la inversión extranjera y transformó de manera radical la política fiscal y monetaria, con el propósito de que el eje de la inversión nacional lo ejerciera el sector público. Ya que con los ingresos de la explotación y producción de los yacimientos petroleros, se buscó financiar la inversión en infraestructura productiva, la creación de plantas productoras de bienes de capital, y la ampliación de la cobertura de seguridad social a todo el país, todo bajo un esquema salarial que permitiera su crecimiento real.

A diferencia del desarrollo estabilizador, la política económica del desarrollo compartido trató de generar progreso para todos por igual. El desarrollo compartido pretendía, distribuir la riqueza generada por el progreso equitativamente entre todos los miembros de la sociedad.
Se instrumentaron programas de fomento, estímulos fiscales, subsidios, evasiones de impuestos, depreciación acelerada de los activos fijos, entre otros, para promover la participación de la iniciativa privada en la industria nacional. El gasto público fue el motor del crecimiento económico en dicho periodo, no obstante, los mayores ingresos públicos provenientes del petróleo y de la recaudación generada por el crecimiento económico del país fueron insuficientes para financiar su expansión, en razón de ello se empleó una política monetaria expansiva y se contrataron importantes montos de deuda pública externa, como forma de financiar los crecientes y elevados niveles de déficit fiscal alcanzados a lo largo del periodo.

Echeverría incrementó el gasto publico, financiado en gran medida con deuda externa. Se invirtió considerablemente en proyectos de infraestructura, servicios educativos y salud pública, esto aumentó el control del estado sobre las economías de numerosas empresas. Estas medidas en general resultaron negativas para la economía, con el aumento del déficit fiscal y un aumento del desequilibrio de la balanza de pagos. Los ataques verbales de Echeverría al grupo empresarial provocaron que se retiraran capitales de México y se uso esto como acto de presión contra el gobierno.
En septiembre de 1976, presionado por las decisiones de EU se abandonó el tipo de cambio fijo y se decreto la flotación del peso (oferta y demanda) , esto en realidad resultó ser una devaluación, la primera en 22 años.
La administración que se hizo cargo del gobierno a fines de 1970 se fijó objetivos económicos muy ambiciosos: sostener el elevado crecimiento de las décadas anteriores, mantener una tasa de inflación relativamente baja, mejorar la distribución del ingreso e impedir un agravamiento de la situación de la balanza de pagos.
 Los importantes montos de gasto público canalizados hacia la infraestructura económica y social del país, hicieron posible que la tasa promedio de crecimiento del PIB se situara en 6.3% anual. En 1982 se devaluó abruptamente el peso respecto del dólar (121.6%), y por consecuencia la tasa de crecimiento del PIB en ese año fue negativa (0.5%).

El crecimiento del sector industrial continuó siendo superior al del sector agropecuario, pero menor al de los servicios. En particular fueron las manufacturas las que mantuvieron su crecimiento a tasas más elevadas que el resto de componentes del sector industrial.

La política fiscal desempeñaba un papel fundamental en la estrategia para alcanzar esos objetivos: el gasto público sería el motor que impulsaría el nivel de actividad económica. Se esperaba que la orientación del gasto corriente hacia los componentes de mayor repercusión social tendría efectos positivos sobre la distribución del ingreso. La inversión pública y creación de grandes empresas paraestatales, aparte de su efecto directo positivo sobre el empleo y se pensaba que podría modificar la situación de la balanza comercial con el exterior mediante la sustitución de importaciones de bienes intermedios que esas empresas producirían.

Resultados Generales

A diferencia del periodo anterior el crecimiento alcanzado se acompañó de una tasa de inflación a la alza, la cual pasó de 5% en 1971 a 98.8% en 1982, siendo la tasa promedio del periodo igual a 25.4%. El empleo aumentó a una tasa promedio anual de 4.2%, menor a la registrada por la población económicamente activa (5.1%).

Como resultado de la estrategia expansiva en el gasto público, el déficit del sector presupuestario se incrementó de forma constante y significativa al pasar de 0.03 % del PIB en 1971, a 10.97% en 1982, contribuyendo a que el déficit en cuenta corriente se agudizara al pasar de 928.9 mdd en 1971 a 6,220.9 en 1982, lo que representó el 3.2% y 3.5% del PIB respectivamente.

Para financiar tan espectacular crecimiento en el saldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos, en 1982 el sector público asumió una deuda en los mercados internacionales de capital, con un monto de 5,549.1 mdd, provocando que el saldo de la deuda pública con el exterior ascendiera en ese año a 58,874.2 mdd.

Al desplomarse la captación de divisas procedentes del petróleo, inmediatamente se hicieron evidentes los desequilibrios estructurales de la economía junto con el déficit externo, el fiscal, la reducción del ahorro interno, el excesivo endeudamiento externo e interno y la acumulación de rezagos productivos.

En conjunto, estos elementos condujeron a una caída de la actividad eco- y a la reducción del ingreso per cápita. Además, la profundidad del desequilibrio externo provocó que la moneda se devaluara bruscamente, impactando negativamente sobre el saldo de la deuda externa expresada en pesos y repercutiendo en la confianza de los agentes económicos, dando lugar a fugas de capital.
El fin del ciclo de expansión económica, apoyado en el auge petrolero, puso de manifiesto el agotamiento del modelo, que se vio agudizado por la presencia de fenómenos de índole externo, magnificando los desajustes macroeconómicos a niveles nunca antes vistos en el país, situación que motivó la revisión a fondo de la estrategia macroeconómica.




El concepto de globalización

La definición que proporciona el diccionario “El Pequeño Larousse” es "presentar algo de forma global, acción y efecto de globalizar, que desde este punto de vista es muy ambigua la definición y no ayuda para nada en lo que es la verdadera concepción de laglobalización".
Algunos otros afirma que existen dos tipos de globalización, la que se refiere al carácter financiero, basado en los aportes tecnológicos y en la apertura de los mercados comerciales y la otra globalización que se refiere a las transacciones de bienes y de servicios que se realizan a nivel mundial. Existe un mayor número de rubros dentro de la globalización y es inadecuado generalizarla, ya que, la globalización se divide en globalización mercantil, financiera, de servicios y una última muy importante y la más afectada que sería la globalización social y cultural.

La globalización en México

Desde un principio, el proceso de globalización de México nunca fue planeado, ya que no se hicieron las necesarias reformas estructurales que el país necesitaba para poder afrontar la competencia internacional, por ello seguimos en el reto de acondicionarnos a los procesos de la globalización que siguen en evolución.
Para ello es necesario que México se apropie de las nuevas tecnologías, así como de las nuevas expresiones culturales y que lleve los avances tecnológicos a sus objetivos políticos. Al igual de fomentar en la población la ideología de la superación y del progresoya que son herramientas esenciales para el progreso del país.
Otro problema que sigue quedando rezagado es que aproximadamente el 50 por ciento de la población se encuentra separada del proceso de globalización, esto debido a problemas de materia estructural, ya que las políticas del Gobierno no contemplaban a las comunidades alejadas, comunidades de indígenas, además de que no están preparadas para enfrentar el cambio del panorama por la globalización, y sin mencionar la otra parte de la población que vive en la pobreza y pobreza extrema.



Nuevo Orden Económico Internacional

El Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI) fue una expresión acuñada en la VI asamblea especial de lasONU, en el año 1974, que hace referencia de modo genérico a las peticiones que presentaban los países subdesarrollados a los desarrollados, relativas a las reglas de funcionamientos de la economía internacional. Este término vino a sustituir al de "ayuda al desarrollo" e implica la existencia de una determinada estructura u orden económico que ha perpetuado la posición de pobreza de los países subdesarrollados. Los debates sobre el NOEI han ido adquiriendo más relevancia con el paso del tiempo, por la cada vez mayor importancia del comercio internacional. Sus ideas y su espíritu renovador influyeron en las decisiones adoptadas en la mayor parte de los foros internacionales.
II.       ETAPAS DEL OEI.  Es habitual distinguir las siguientes cuatro grandes etapas en el proceso de evolución del OEI, algunos de cuyos rasgos se citan a continuación (de manera muy breve para las dos primeras etapas y algo más desarrollado para las dos últimas).
1.      Desde inicios de la revolución industrial hasta la primera guerra mundial. Como resultado de la consolidación y expansión del sistema capitalista se construye un OEI de orientación liberal con una limitada participación del Estado y un relativo control del intercambio comercial internacional.
2.      Desde finales de la primera guerra mundial hasta finales de la segunda guerra mundial. Las relaciones económicas internacionales están sujetas a grandes limitaciones, con restricciones a la circulación de los factores productivos. En términos comerciales se ejecutan, entre otras políticas, tipos de cambio múltiple y controles arancelarios, generalizándose los mecanismos bilaterales con acuerdos de compensación y de pagos, mientras que el multilateralismo está muy limitado por la ausencia de un marco de cooperación económica internacional.
3.      Desde la segunda guerra mundial hasta los primeros años setenta. A partir de los resultados de la guerra se reconstruye el OEI, que pretende poner fin al proteccionismo anterior e impulsar una política librecambista. Emerge Estados Unidos como nueva gran potencia capitalista mundial; nace la Organización de las NACIONES UNIDAS(ONU); en la conferencia de Bretton Woods se decide que el uso del dólar estadounidense (con una paridad fija con el oro) sea la moneda internacional; se crean el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF, o Banco Mundial) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), para pocos años después firmarse el Acuerdo General  de Aranceles y Comercio (más conocido como GATT, en sus siglas en inglés), constituyendo todo ello las bases del nuevo sistema económico mundial o nuevo orden económico mundial. En 1957 se firma el Tratado de Roma, que da inicio al proceso de integración de lo que hoy es la UNION EUROPEA, un bloque central del OEI junto a EE.UU., y que cuenta con el apoyo económico de este para su reconstrucción y posterior desarrollo. Poco después será Japón quién se vaya convirtiendo en una economía muy dinámica desde el Pacífico asiático, lo que completa las tres áreas de este nuevo orden. En estos años de posguerra se genera un proceso acelerado de descolonización, especialmente en Asia y África (la inmensa mayoría de los países de América Latina y el Caribe lo habían hecho a partir de la primera década del siglo XIX), que va conformando lo que en el lenguaje de la época se denomina el Tercer Mundo, por contraposición a los países del Primer Mundo (los centrales) y los del Segundo Mundo (los del socialismo real). Este inédito sujeto histórico va creando organizaciones que intentan expresar sus diversos intereses en la correlación de fuerzas internacionales, cambiando el mapa geopolítico y económico mundial.

El proyecto neoliberal en México.

l proyecto neoliberal del Estado mexicano, la nueva política económica.

Durante el gobierno de miguel de la Madrid en el año de 1983, durante los cambios estructurales en medio del estancamiento económico., redujo el tamaño y la complejidad del sector público y abrió la economía a la competencia del exterior, la reducción de entidades públicas fue casi simbólica. Elimino aquellas que ponían menos problemas en el cual marco el movimiento del cambio.
De la Madrid redujo en su sexenio a 412 entidades públicas en la cual entonces eran 1 155, la más importante fue Fundidora Monterrey, empresa paraestatal que estaba en bancarrota y con enormes problemas financieros y tecnológicos.
El inicio de del gobierno de Carlos salinas de Gortari, a finales de l988 coincidió con cambios profundos en el sistema económico y político mundial, el reformismo salinista se enmarco en este proceso internacional, sus reformas se orientaron a eliminar las barreras para hacer mas competitiva la economía del país. La firma del tratado de libre comercio de América del norte transformo para siempre la fisonomía de la economía mexicana, los países son más eficientes si se especializan en producir aquello en lo que son mejores y después intercambian parte de su producción por aquello cuya producción les resulta muy costosa.
La reprivatización de entidades y empresas estatales fue otra reforma fundamental, el gobierno de Carlos salinas decreto la privatización de las aerolíneas más grandes del país, de teléfonos (Telmex), de la minería cananea, de tres acereras y de algunas plantas de la conasupo, entre otras más.

Principales Teorías del Crecimiento Económico

La práctica económica ha estado presente en la vida del ser humano desde el momento de su creación; aún en las más rústicas formas que el hombre primitivo adoptó para conseguir su sustento material; Sin embargo, no es sino hasta el siglo de la Ilustración cuando encontramos los primeros esfuerzos serios de sistematizar las ideas sobre cómo el hombre evoluciona en su vida material y se va haciendo más compleja su organización social.
 
Es hasta la segunda mitad del siglo XVIII y sobre todo, en el XIX, cuando motivados por las grandes transformaciones urbano-industriales, autores como Adam Smith empiezan a teorizar sobre el origen de la riqueza de las naciones capitalistas.
 
Adam Smith en el siglo XVIII en su obra "La Riqueza de las Naciones"
 
 
Avanzado el tiempo y consolidado el sistema capitalista en el siglo XIX, el principal teórico fue Carlos Marx, que con cierto pesimismo predijo que el modelo capitalista sentaría las bases de su propio hundimiento.
 
Ya en el siglo XX, tras la crisis económica mundial de 1929 el mundo capitalista se encontró en la encrucijada de recomponer el camino de un sistema que hasta entonces había operado de forma avasalladora.
 
 
  • Capitalismo Periférico
Una de las teorías del desarrollo que sigue teniendo gran importancia es la del modelo llamado capitalismo periférico, aunque técnicamente sería mejor nombrarla como la teoría del sistema centro-periferia. Esta teoría tiene varias vertientes, desde quienes las ven con un buen grado hasta quienes la rechazan abiertamente por considerarla un instrumento de legitimación del poderío norteamericano. La versión más clásica de esta teoría es la propuesta por la CEPAL (Comisión Económica para América Latina), institución que a mediados del siglo XX definió las ideas del desarrollo y el subdesarrollo en sus documentos constitutivos. A grnades rasgos, las tesis cepalinas centrales, descansan en las siguientes ideas generales:
  • En los centros, los métodos de producción que el progreso técnico genera se difunden en un lapso relativamente rápido a la totalidad del aparato productivo.
  • En la periferia, se parte de un atraso inicial, y al transcurrir un periodo de tiempo llamado "desarrollo hacia afuera", las nuevas técnicas sólo se implantan en los sectores exportadores de productos primarios y en contadas actividades económicas directamente relacionadas con dichos sectores.
 
  • Ciclos Económicos y Crecimiento Continuo
Desde que la ciencia económica se consolidó en el siglo XIX, los principales teóricos han notado el desarrollo de etapas más o menos fijas en el devenir económico de las sociedades. Se denominan ciclos económicos o ciclos comerciales a las oscilaciones recurrentes de la economía, en las que una fase de expansión (prosperidad o auge) va seguida de otra contracción (recesión, depresión o crisis). Aún cuando los ciclos no se desenvuelven en un periodo fijo de tiempo ni en secuencias regulares de sucesos, pueden medirse gracias a las herramientas que proporcionan la estadística y la econometría. Aunque los estudios a largo plazo pueden encontrar la duración promedio de determinada fluctuación cíclica, es imposible predecir la duración de cada ciclo, la cual no puede deducirse del promedio, ni de la duración del ciclo anterior ni de la de algún grupo de ciclos precedentes. En cambio es posible investigar y determinar la compleja interrelación de componentes necesarios y aleatorios que caracterizan las fluctuaciones cíclicas de la viad económica.
 
Cada ciclo económico está compuesto de cuatro fases:
 
  • Auge: Es el momento más elevado del ciclo económico. En este punto se producen una serie de rigideces que interrumpen el crecimiento de la economía, propiciando el comienzo de una fase de recesión.
 
Durante el Gobierno de Porfirio Díaz el país entró en un período de auge económico
 

  • Recesión: Corresponde a la fase descendente del ciclo. En la receción se produce una caída importante de la inversión, la producción y el empleo. Una crisis es una recesión particularmente abrupta. Si además durante la recesión la economía cae por debajo del nivel mínimo de la recesión anterior estamos frente a una contración.
 

  • Depresión: Es el punto más bajo del ciclo. Se caracteriza por un alto nivel de desempleo y una baja demanda de los consumidores en relación con la capacidad productiva de bienes de consumo. Durante esta fase los precios bajan o se mantiene estables.
 
  • Recuperación o Reactivación: Es la fase ascendente del ciclo. Se produce una renovación del capital que tiene efectos multiplicadores sobre la actividad económica generando una fase de crecimiento y por tanto de superación de la crisis. La economía está en expansión cuando la actividad general en la fase de recuperación supera el auge del ciclo anterior. 
  •  
    La depresión de 1929. cuando colapsó la bolsa de Nueva York
 
 
 

México y los Organismos Financieros Internacionales: 



Esta semana, la Cámara de Senadores aprobó dos iniciativas que autorizan al Presidente de la República para que amplíe México sus cuotas accionarias al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID).  Tal autorización debería alegrar al país, pero se inscribe en medio de una turbulencia financiera internacional y una relativa opacidad de la relación operativa de México con los organismos financieros internacionales, especialmente con el BID y el Banco Mundial (BM). 
Según se entiende en la iniciativa respectiva, dada su poca claridad técnica, el Ejecutivo fue autorizado a realizar nuevas “aportaciones al Fondo Monetario Internacional por una cantidad de cinco mil doscientos ochenta y siete millones de derechos especiales de giro” (DEG), que es considerada la “moneda” del FMI.  Dado que cada DEG equivale aproximadamente a $1.57 dólares, el total adicional que México aportaría sería del orden de $ 8 300 millones de dólares.  Cifra nada despreciable a los ojos de cualquier lego.
Sin embargo, de acuerdo con la iniciativa aprobada, “el 25% del incremento de cuota se pagará en DEG o en monedas de libre uso, y el 75% restante en moneda nacional”.  Además, “l 25% del aumento de la cuota pagadero en divisas forma parte de las reservas internacionales del país, al constituirse lo que se conoce como “tramo de reserva”.  De esta manera, si bien se entiende, el gobierno mexicano depositaría el equivalente en pesos de aproximadamente $4, 648 millones de dólares en la cuenta del Banxico a favor del FMI.  En esencia en la iniciativa se enfatiza que “no disminuyen las reservas internacionales del Banco de México”. 
Con esta aportación autorizada, con total opacidad respecto de las cifras en dólares que implica según la lectura de la iniciativa oficial, México sube su peso relativo dentro del Organismo del “1.52 a 1.87%, lo que implica que la posición de México suba del lugar 16 al 14, así como que aumente su poder de voto de 1.47 a 1.80%”.  Cambiando de esta manera poder de voto de los países desarrollados hacia los países especialmente emergentes. 
Por otra parte, para modificar el Convenio accionario del FMI que ha dado origen a la ampliación de aportaciones para los países miembros, “se requiere que tres quintas partes de los países miembros, con un mínimo de 85% del total de votos, aprueben la enmienda relativa.”  Así, “esta Resolución fue respaldada por 168 de los 187 países que emitieron su voto, incluido México, con 95.32% del total de los votos en el Fondo Monetario Internacional”.
Se indica finalmente que “junto con un Directorio Ejecutivo más representativo, reforzará la credibilidad del Fondo Monetario Internacional, permitiéndole enfrentar de forma más eficiente los retos que han traído consigo la reciente crisis financiera y, en general, la transformación de la economía mundial en los últimos años”.  De esta forma, la reforma del FMI para aumentar las cuotas de los países miembros se contextualiza en un ambiente de alta incertidumbre financiera internacional, en el que sobreviven dos grandes paradigmas a la vista de todos, aunque no necesariamente vistos por nuestras autoridades financieras. 
Por una parte, existe el activismo económico gubernamental de Estados Unidos que les ha ido permitiendo salir de la crisis más profunda hasta ahora vivida desde la gran depresión de 1929.  Esta crisis obligó al gobierno a salvar a empresas como la Chrysler,General Motors, entre otras, con el principio de que los apoyos financieros implicados sean rembolsados al erario público, incluidos los proporcionados a las instituciones financieras.  Aún más, tal acción gubernamental ha significado que alrededor de 17 bancos de tamaño mundial sean demandados por el regulador por abusar de los consumidores, especialmente de aquellos que compraron hipotecas chatarra bursatilizadas.  Al respecto, cualquier posible semejanza con el rescate bancario mexicano es ilusoria o simplemente ciega y dogmática.
El otro paradigma hecho política ha sido el rescate financiero y bancario de algunos países de la Unión Europea, especialmente de la llamada Zona Euro, que ha terminado por transitar hacia una crisis generalizada de la deuda pública Europea, cuyas medidas de saneamiento han resultado finalmente en mayor desempleo y recesión.  Tales resultados, en un proceso de causa efecto, amenazan por sumir a la misma Alemania en una recesión, en la que ya cayó sorprendentemente Holanda, Bélgica y Austria, ya no digamos como todos sabemos Grecia, Portugal, Irlanda, España y más recientemente Italia.
Por ello, ante los exiguos resultados obtenidos por las autoridades europeas para solventar la crisis continental los grandes países como Estados Unidos y Japón, entre otros, se resisten a ampliar su cuota del FMI hasta que no quede claro cómo y cuando se espera que la UE enfrente con efectividad su crisis.  Una crisis que ha engullido más de un billón de dólares y parece no tener saciedad en su apetito en beneficio de grandes bancos y sus administradores.
La pregunta que surge es ¿por qué los países pobres, como México, deben aportar nuevos recursos al FMI, en tanto los ricos condicionan toda aportación? ¿Será que por presidir el G20 creemos que para ser corteses debemos ser valientes y asumir más riesgos que los ricos?
Por lo que hace al BID, la suscripción adicional de capital solicitada en la otra iniciativa aprobada por el Senado implica cuatrocientos un mil cincuenta y dos (401,052) acciones, que significa el equivalente a $4,838 millones de dólares.  Adicionalmente se autorizó el equivalente de $17.4 millones de dólares, para cubrir la “cuota de la contribución” de México al Fondo para Operaciones Especiales (“FOE”)”.  

De la suscripción de capital, sólo se deberá cubrir monetariamente por alrededor de 2%, siendo el resto solventado, como hasta ahora ha acontecido, con las propias utilidades del banco asignables a México, como socio que detenta casi 7% del total accionario.  Dado que las obligaciones monetarias reales se cubrirían en cinco años, se tendrá un pago comprometido anual de aproximadamente $27 millones de dólares, para hacer un total de $135 millones de dólares.
La autorización del Senado para que México amplíe su capital en el BID implica cifras que parecen representar un gran negocio, dado que con $135 millones de dólares se accede a un nuevo capital de $ 4,830 millones de dólares.  Sin embargo, la relación formal con el BID o el Banco Mundial, oscurece otra realidad, como es sabido por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. 
En primer lugar, lo lógico es que México hiciera este tipo de operaciones de ampliación de capital a un organismo financiero internacional a través de sus agentes financieros, con los que trata normalmente el BID.  En este caso Nafin o Banobras, y no a través del Banco Central de la Nación, que es una entidad autónoma.  Al respecto, en la iniciativa aprobada no se menciona si Banxico impondrá costo alguno a la operación en marras. 
Aunque la aportación líquida del gobierno federal es de un poco más de 2% del monto total comprometido, ello no deja de significar un pasivo contingente para el país, es decir una obligación, una deuda por un total de un poco más de $ 4830 millones de dólares, arriba de los $50 mil millones de pesos de más deuda pública en un solo año.  Se desconoce si esta deuda ha sido autorizada por el Congreso, en una circunstancia en el que la deuda pública real pasó de casi dos billones de pesos a un poco más de cinco billones.
Por otra parte, el manejo de nuestras operaciones con el BID y el Banco Mundial es totalmente atípico, de gran creatividad financiera y presupuestal nunca imaginada, que no tiene parangón en otros países. 
En general, los llamados préstamos del BID o del Banco Mundial no agregan recursos al presupuesto federal, es decir no incrementan la capacidad pública de gasto.  Lo que hace la SHCP normalmente es que el gasto ya contemplado en el presupuesto sea intercambiado por un crédito, terminando por dolarizar, así, el presupuesto federal, para crear reservas internacionales con la ampliación de deuda exterior. 
Por ello, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha señalado que no hay claridad en la aplicación de los financiamientos externos.  Es decir, los préstamos externos con las instituciones financieras internacionales no han estado asociados realmente a proyectos específicos y tangibles, a un incremento real en la capacidad de gasto público, que haya significado presupuestos adicionales a las dependencias federales.  En el mejor de los casos como ha sido vía el BID se han usado en los últimos años para rescatar sofoles hipotecarias.
Además, como estos financiamientos virtuales se hacen vía Nafin o Banobras se les paga comisiones y sobretasas, con lo que el propio gobierno infla artificialmente los resultados financieros de esas entidades públicas, abultando las necesidades netas de recursos.  Nos prestan a bajos intereses y nos cobramos nosotros mismos caro.
Sería deseable que se aprovechara lo que puede brindar el BID como banca de desarrollo regional, tal como se hizo en el pasado con infraestructura, caminos, puentes, presas, cuando México era un líder latinoamericano y el BID estaba dirigido por un gran mexicano, como lo fue Antonio Ortiz Mena. 
Muy encomiable también sería que las autoridades hacendarias transparentaran la naturaleza, destino y objeto de los recursos que se derivan de las operaciones que México realiza con los organismos financieros internacionales.  Ello no tan sólo permitiría una mejor transparencia financiera, sino que evitaría asumir riesgos innecesarios, tal como lo hacen los principales socios del FMI, BM o el BID. 

Bien se dice que los pobres asumen los riesgos y los ricos cosechan las ganancias.